Descripción
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Dimensiones:
Altura 80cm.
Diámetro 19cm.
La Licuala es una palmera ornamental muy apreciada por la forma de sus hojas, que son redondeadas y con aspecto de abanico. Su nombre científico más común es Licuala grandis, aunque existen otras especies del mismo género. Es originaria de regiones tropicales del sudeste asiático y del Pacífico.
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Es una planta de crecimiento lento, de porte bajo a medio, lo que la hace ideal para interiores o jardines tropicales con sombra. Sus hojas pueden alcanzar gran tamaño y tienen un color verde brillante muy característico.
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Prefiere ambientes húmedos y cálidos, similares a su hábitat natural. No tolera bien el frío ni el viento directo. La temperatura ideal está entre los 20 y 30 °C. No debe estar expuesta a temperaturas por debajo de los 10 °C.
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Requiere luz indirecta brillante. Puede vivir en semisombra o sombra parcial, pero no debe recibir sol directo, ya que puede quemar sus hojas. En interiores debe ubicarse cerca de una fuente de luz natural, evitando la exposición directa.
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El riego debe ser regular, manteniendo el sustrato ligeramente húmedo pero sin encharcar. Es importante no dejar que el suelo se seque completamente, pero también evitar el exceso de agua. En invierno se debe reducir la frecuencia de riego.
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Necesita un sustrato con buen drenaje. Se recomienda una mezcla de tierra para macetas con fibra de coco, turba y perlita para mantener la humedad sin que se compacte.
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Agradece ambientes con alta humedad ambiental. Si el ambiente es seco, como suele ocurrir en interiores con calefacción o aire acondicionado, conviene pulverizar sus hojas con agua o colocar un humidificador cerca.
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Se puede fertilizar durante la primavera y el verano con un abono específico para palmeras o uno equilibrado cada cuatro a seis semanas. No es recomendable fertilizar en invierno.
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Es sensible al exceso de sal y a los productos químicos fuertes. Se deben evitar fertilizantes con alta concentración y agua con mucha cal.
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Se debe limpiar el polvo de las hojas de forma regular con un paño húmedo para favorecer su respiración. No es necesario podar, excepto para retirar hojas secas o dañadas.
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